martes, 27 de enero de 2015

La Isla Desierta



Éranse unas eras y fuéronse unos seres que, juntados de manera premeditada y mediante métodos aún desconocidos, coincidieron en espacio y tiempo en frente de un Gran Oráculo, tan grande como les quepa imaginárselo a ustedes.
Este Gran Oráculo propuso a cada una de estas personas poder disfrutar tan sólo con dar su sincera aprobación de la siguiente situación:
Pasar a vivir de la noche a la mañana, en una paradisíaca isla:

Bañada por las cálidas aguas de un mar tropical,
Lleno de vida pero sin ningún tiburón,
Con divertidas olas y apenas rocas,
Con arena que calienta pero no quema, 
Sol que broncea suavemente, 
Atardeceres de 3 horas, 
Bosques tapizados por musgo donde caminar descalzo y una variada fauna salvaje pero amable. 

La persona que allí fuere podría llevar consigo a su pareja, sus hijos, su media naranja o su cuarto de pollo.
Ante tal proposición y tras una pequeña pausa para meditar su respuesta, cada una de estas personas desfiló ante el oráculo y contestó a la proposición. No sabemos apenas nada de porqué escogieron a cada una de estas personas, lo que si sabemos es que cada una había nacido en una década diferente.

La persona nacida en los 50, alzándose de hombros y con una sonrisa afable dijo:

-             -Me encantaría, si fuera joven lo haría sin dudarlo. ¡pero yo ya estoy muy mayor para estas cosas! ¿Qué van a decir de mí, si me marcho así por las bravas? Je je je

Y dando la espalda a los demás salió por una minúscula puerta que acababa de aparecer en una pared de la cual no habíamos tenido constancia hasta que ésta persona llego a ella.

La persona nacida en la década de los 60, se dirigió seriamente al tribunal:

-              -Disculpen pero, no sé el motivo de haber aparecido aquí, sin avisar. Explíquenme como poder volver a mi casa. Además, tengo unos hijos que educar, ¿Dónde van a estudiar? ¿Encima de un cocotero? Éstas cosas están muy bien en las películas, pero seguro que a las dos semanas todo el mundo se querría volver. Gracias, pero no acepto. Y ahora si me pueden indicar la salida.

Se oyó un rumor en la sala, nadie le indicó nada pero, al girarse a la izquierda, percibió una puerta que siempre había estado allí y de la cual únicamente ella no se había percatado.

El siguiente turno, fue para la persona nacida en los 70, que, cabizbaja se acercó hasta el oráculo y así hablo:

-             -Pues la verdad es que es una oferta inmejorable, es lo que siempre he querido hacer, además me llevaría a mi pareja que le vendrían bien unas vacaciones. ¿Hay algún tipo de trabajo que pudiera hacer allí mientras? El problema es que estamos pagando una hipoteca y si nos fuéramos de un día para otro mis padres verían su piso embargado y se quedarían en la calle porque ellos pusieron el aval. No puedo aceptar, me tienen pillado.

Esta persona no necesito ayuda, ya había visto su puerta correspondiente y después de despedirse cariñosamente de todos, enfilo hacia ella.

Casi habían terminado, era el turno de la persona nacida en los 80, que acercándose al Oráculo le preguntó: 

-              -¿Dónde hay que firmar?

Llamó a su pareja, que aparecío a su lado, y pasaron a iniciar el viaje hacia la isla.

Por último, La única y joven persona que quedaba en el lugar pidió la palabra, era aquella de la generación de los años 90, que se pronunció de esta manera:

   -Hola señores, ¿Estoy a tiempo verdad? ¿Aunque el de antes haya dicho que sí? Verán tengo un problema y es que si voy allí tengo una persona que diría que sí fijo y todo, el problema es que en una isla desierta……¿Dónde podría recargar el móvil? 

Y haciendo un movimiento en la pantalla de su Smartphone, salió volando por los aires.