LA PLATA Y EL SOL
La plata
La plata pertenece a la noche
Y el oro al sol.
Queremos, sí, anhelamos
Ser como ellos
Interestelares, bellos, eternos
Dejarnos volar
Con una serenidad nocturna
Con la brisa del verano a medianoche
Con la sonrisa infinita y calmada
Una mirada a lo lejos
Un abrazo cálido a nuestro ser
Somos un globo, que se eleva entre las luces
Brillantes entre colmenas durmientes
De angelitos durmientes
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Pero hay volcanes rugientes
De roja rabia, sangre ardiente
Un interior que sale, y grita.
Hincha nuestros ojos
Engrandece la garganta
Cuando sale la voz, no hay sonrisa tranquila
Y llena músculos y hay brazos
Levanta nucas y vigor, yergue codo, puño y talón
Y no hay calma ya, no hay control.
Así pasan pues las lunas
Surcando manantiales plateados
Así vuelven ya los días
Pisando tierra, y viviendo de corazón.