domingo, 13 de febrero de 2011

Irradiación

Ir por la calle es todo un arte, es algo que vamos mejorando con el paso del tiempo.
Me da por hablar de cosas que creo comunes en nuestro día a día. ¿Acaso no es un pequeño encuentro el cruce de dos personas? Sobre todo a horas en las que el tránsito es menor, cuando miras a las ventanas y ves que la mayoría están iluminadas con luz color sofá. Esto no se puede apreciar en los barrios exteriores nuevos y vacíos para bien o para mal.
Y es entonces cuando ves a lo lejos una persona en tu misma dirección pero con diferente sentido, que se va acercando, la miras. Estudias más o menos sus posibles características.
 También puedes dejarte llevar por las apariencias, que es un método bastante común de juzgar a la gente.
Si es de tu agrado por su belleza llegas a crear un mini-romance en tu cabeza que suele durar hasta el momento del cruce, y que se ve alargado si en esa mirada que a veces nos concedemos el uno al otro hay algo que conecta, si un poco de electricidad se trasmite, si una chispa cae en tu cráneo se puede crear una historilla que, por supuesto, tiene final feliz.

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